Recuperamos la mística

Es inevitable, así somos, "místicos", como el glorioso Independiente de la década del '70.
Cuando parecía que las derrotas nos dejarían fuera de los 4tos. de final, la "garra charrúa" volvió a aparecer.
Empatamos un difícil encuentro frente a Teran, 1 a 1, donde los palos fueron parte del cuerpo de nuestro arquero y nos quedamos con un valioso empate.
Lo rescatable de ese encuentro fue la actitud, el volver a nuestra fuente.
El sábado pasado, con apenas 12 jugadores, salimos a jugarnos un duro partido. Concientes de la necesidad del triunfo para no perder la ventaja deportiva.
Al promediar el primer tiempo, apareció Pablito Merlo, para meterla adentro, darnos tranquilidad.
Lucas se resintió de la lesión, justo cuando Garzón terminaba de cambiarse.
Fueron 11 voluntades con un único objetivo: Vencer.
Antes de irnos al descanso nos empataron el encuentro.
Al arrancar el segundo tiempo, de a poco, nos metieron en nuestra área. Nuevamente la defensa tuvo un alto desempeño. Seguros Gustavo y Jorge, el Turco por la derecha volvió a jugar un gran encuentro y Pedro hizo lo suyo por la izquierda. El medio comenzó a recuperar más el balón y cuando parecía que terminaríamos empatados, llegó la jugada del golpe a nuestro arquero.
Fuerte choque, con un poco de mala intención por parte del delantero. 
Se demoró en recuperarse Pablo y Gustavo, inteligentemente, vio al 2 de ellos adelantados y con un pase perfecto (la única vez que la hizo pasar la mitad de cancha) habilitó a Jorge; para que el "Muro" pusiera la 5ta, pasara a su marcador y definiera de manera exquisita sobre la salida del arquero.

GOLAZO y a cobrar...

Se aguantó el embate del equipo rival, pero no le quedó tiempo.

Fue 2 a 1.

Ahora comienza lo verdaderamente difícil.
Hay que ser humildes. El año pasado arrancamos siendo punto y terminamos siendo banca.
Contamos con el grupo humano suficiente para llegar a una nueva final.
Lo importante es no perder el objetivo y sobre todo, pensar siempre en el equipo.
Somos eso, un equipo, un GRAN EQUIPO, que cuando se olvida de la gloria individual para pensar en el triunfo grupal, se vuelve IMBATIBLE.

Nos vemos el sábado para comenzar a escribir una nueva página de gloria; la tuya, la mía, LA NUESTRA.