La goleada debía quedar atrás, el segundo tiempo de ese partido fue premonitorio.
Luego de la inauguración, comenzamos el encuentro. Difícil equipo el contrincante, de a poco, con mucho despliegue físico, nos metieron en nuestro campo. Sabido es que ante las altas temperaturas, muchos de nuestros guerreros, sienten el paso del tiempo.
La buena tarea de la defensa en primer lugar y de nuestro arquero en el segundo, fueron las claves para que apenas nos fuéramos al descanso con un solo gol en contra.
El entretiempo fue fundamental, abundaron las bromas y con calma se planificó el armado del equipo. En eso vamos madurando.
Se planteó un equipo diferente. Ariel tomó el medio, el ingreso por la izquierda de Ramón, permitió mayor juego y se asoció bastante bien con el Cuchy. Y justamente éste, a los 3 minutos de iniciado el segundo período, capitalizó un desborde por la izquierda y con fuerte tiro al primer palo, logró la igualdad.
Poco a poco comenzó a florecer el buen juego, el equipo rival no podía frenar el avance arrollador de nuestro medio campo. En esto se vio la mano del técnico, movió algunos jugadores, Gustavo hizo dupla central con Jorge; Pedro "Roberto Carlos", junto al pibe de la Ciudadela, fueron la salida limpia por los laterales, Ramón, Ariel y Totti manejaban el medio y el Cuchy, Tatte y Pablito enloquecían a los rivales. Por la banda derecha vino el segundo tanto. Gran jugada de pizarrón armaron Gustavo y Mario, éste último envió centro al área, no pudo conectar Pablo pues el arquero la tocó y el Tatte de palomita logró el merecido gol.
El juego brusco apareció, con la complacencia del árbitro, que siempre cobró a favor de ellos. Mario vió la roja por fuerte foul a un delantero.
Pero ni al quedarnos con 10, disminuímos el ímpetu de nuestro ataque.
"Los goles que se erran en un arco se sufren en el propio", dice un principio futbolero, pero el sábado no fue así, pudímos aumentar la diferencia, pero fallamos en la puntada final.
Por suerte ellos no estuvieron precisos a la hora de definir y cuando lo estuvieron, apareció nuestro arquero para ahogar sus gritos.
Fue un partido difícil, ante un gran rival, por eso el triunfo se disfrutó aún más.
Como colorario, quedó el festejo con las 12 marrones que ganamos en el sorteo.
Es un torneo complicado, pero el Campeón demostró el sábado que está para grandes cosas.
La gente se ilusiona, el hincha sueña, quieren el Bi.
Nosotros también.
domingo, 19 de abril de 2009
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